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¿Quién diseña, supervisa y acepta los proyectos de infraestructuras clave?

Por Manuel J. Martínez Rapela

Hace tiempo que me pregunto qué ocurre con Ourense para que las tan importantes y necesarias inversiones con fondos públicos, o tardan años en comenzarse, o se empiezan y no continúan, o se prolonga eternamente su plazo de ejecución, o ya el colmo, una vez ejecutadas se quedan insuficientes y con evidencias de mala planificación.

Vamos a repasar algunos ejemplos de la variedad de casos mencionados:

Las conexiones por autovía con la lejana -en tiempo- Valdeorras (A-76), la conexión con Lugo (A-56), la construcción de una estación de ferrocarril cómoda para el viajero, la variante del AVE entre Seixalvo y la estación, la continuación de la autovía de Celanova hasta la frontera portuguesa, la última fase de la circunvalación este desde Benposta o la segunda fase del acceso al Polígono junto con la depuradora de San Cibrao das Viñas con el saneamiento del Barbaña,  son ejemplos de algunas de las  obras planificadas e imprescindibles que llevan años en el limbo.

La llamada Circunvalación Norte -poco comprensible proyecto al separarlo de su continuación bajo Covadonga hasta A Casilla con costosos y poco útiles enlaces- se “comenzó” hace 2 años y no se ha dado una palada de tierra en ella.

Desde que la organización de Amancio Ortega donó a las mayores ciudades gallegas residencias de la tercera edad, algunas ya están terminadas y la “nuestra” ni tiene licencia de construcción.

El edificio judicial, del que no voy a mencionar su estética, que es opinable, al poco tiempo de inaugurarse se detectan sus defectos, se pone en marcha una reforma importante y no permite liberar el anterior edificio de la Audiencia y hasta el antiguo de la Cámara de la Propiedad, porque desde el primer momento se ve insuficiente.

El Museo Arqueológico lleva un par de décadas cerrado. Han estado la mayoría de ese tiempo paralizadas las obras. ¿Cuánto falta para que se abra al público y qué hay de la musealización?

La nueva Estación de Autobuses es insuficiente desde su apertura, y no digamos el aparcamiento de la Estación, que necesitaría un 40 % más de plazas como mínimo.

La explanada exterior no se ha pensado para el usuario que llega en coche de familiar o amigo, o para éstos que lo vayan a recoger. No hay plazas para esperar unos minutos. La mayor queja es que todo se ha de hacer bajo las inclemencias de sol o lluvia. Taxistas y no taxistas.

En el interior de la estación se han hecho obras importantes en la playa de vías y anden principal, provisionales hasta la nueva remodelación, que dieron como resultado unos andenes para el tren de alta velocidad alejados de la puerta de viajeros y sin marquesinas. Los frecuentes cambios de andén se han de hacer con un solo ascensor o escaleras convencionales. La nueva remodelación prevista, adjudicada hace meses y no comenzada, me temo que no será la última pues cuando se haga (desconozco cuándo) el tramo Seixalvo-Estación habrá que modificar de nuevo.

Aparte de los empresarios del Polígono por sus necesidades de trasladar allí la estación de mercancías, ¿quién está reclamando a Adif que ceda los terrenos infrautilizados en la zona de la estación próxima a la calle Río Arnoia y la de talleres para la ciudad? A Ponte está necesitada de espacios para equipamientos -entre otros, deportivos- y ADIF no los necesita.

Como mencionaba antes, es necesario construir el tramo de variante entre Seixalvo y A Ponte y terminar los retrasados tramos desde Taboadela. La vía única es un cuello de botella que cierra la salida de Galicia al menor contratiempo.

Me quedan en el teclado unas cuantas cosas más, pero he de terminar preguntando: ¿En qué datos se basan para la confección de los proyectos, quién los supervisa y qué Administraciones próximas aceptan los que vienen de “arriba” con silencio o con  justificaciones si son de gobierno amigo?

Y nosotros los ciudadanos, contritos, en la procesión de los “caladiños”.

Manuel Martínez Rapela

Financiado por la Unión Europea, NextGenerationEU
Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia