Oceanía
PABLO GUILLÉN ÁLVAREZ - AUSTRALIA
Economista, investigador en Economía Experimental y profesor de la Universidad de Sydney
“En Sydney nuestro trabajo está menos centrado en la enseñanza y tenemos más tiempo para investigación; la manera de contratar también es diferente aquí”
Texto: Javier de Francisco ©
Pablo Guillén, economista gallego con casi dos décadas de trayectoria académica e investigadora en Australia, confirma que las universidades de Galicia tienen nivel y cumplen expectativas con creces. En su caso, al finalizar la licenciatura de Economía en la Universidad de Vigo, cursó el doctorado en la Universidad Autónoma de Barcelona y el post-doctorado en la prestigiosa Escuela de Negocios de Harvard (HBS), además bajo la supervisión de Alvin Roth, premio Nobel de Economía en 2012. “Con lo que aprendí en Vigo, fui capaz de enfrentarme al doctorado y eso es lo que necesitamos”, resalta. Tras su paso por Harvard, recibió la llamada de la Universidad de Sydney, en la que en diciembre cumplirá 18 años como docente e investigador. Forma parte del equipo del área de Economía Experimental y su especialización es “diseñar tests para contrastar hipótesis de la teoría económica. Últimamente estoy centrado en experimentos relacionados con el diseño de mercados con aplicaciones a sistemas de acceso a la universidad, trasplante de órganos, vivienda social, etcétera”, explica.
En 2016 alcanzó el rango de associate professor, que en el sistema universitario australiano es una escala intermedia entre profesor titular y catedrático. Esa es sólo una de las muchas diferencias con las universidades españolas: “Aquí los estudiantes tienen muchas menos horas de clase, pero en general tenemos más profesorado, así que nuestro trabajo está menos centrado en la enseñanza y hay más tiempo para dedicarnos a la investigación. La manera de contratar también es diferente, los australianos están en minoría en el departamento y no contratamos a nuestros estudiantes de doctorado. Los salarios también son, en general, más altos que en España”, detalla.
Con raíces familiares en Petín (Valdeorras), Pablo Guillén no se plantea el regreso a Galicia. Ha formado familia en Sydney, urbe “estupenda, que combina un fantástico entorno natural con todo lo que puedes esperar de una gran ciudad”. Y añade que “en Australia, o más bien en Sydney, se puede vivir muy bien. Además, mis hijos son australianos, y en cualquier caso aquí tengo un buen trabajo”.
En diciembre cumplirás 18 años de residencia en Australia. ¿Tanto engancha y seduce el país?
En Australia, o más bien en Sydney, se puede vivir muy bien. Además, mis hijos son australianos, y en cualquier caso aquí tengo un buen trabajo.
¿Cómo fueron tus inicios profesionales en Sydney? ¿Llegaste al país tras finalizar tu doctorado en Galicia?
Llegué a Australia después de acabar mi post doctorado en Harvard. Los economistas académicos tenemos un mercado de trabajo global muy bien organizado. Cada año, los candidatos envían sus CVs a las universidades que tienen plazas. Si pasas el primer filtro te invitan a una entrevista en el congreso de la American Economic Association. Si va bien, te invitan a visitar la Universidad y al final igual te hacen una oferta. Yo pasé por todo ese proceso dos veces. La primera después de acabar mi doctorado en la Universidad Autónoma de Barcelona, de lo que me salió el trabajo en Harvard, y a la segunda me hicieron una oferta para venir a la Universidad de Sydney.
¿Existen muchas diferencias entre el sistema universitario de Galicia o España y el de Australia? ¿La figura del profesor asociado tiene ahí mucho peso?
Empiezo por lo más fácil. Un “Associate Professor” aquí no es lo mismo que un profesor asociado en España. Associate Professor es una categoría profesional entre titular y catedrático. La verdad es que existen muchas diferencias con respecto a las universidades en Galicia. Los estudiantes tienen muchas menos horas de clase, pero en general tenemos más profesorado, así que nuestro trabajo está menos centrado en la enseñanza y tenemos más tiempo para dedicarnos a la investigación. La manera de contratar también es diferente, los australianos están en minoría en el departamento y no contratamos a nuestros estudiantes de doctorado. Los salarios también son, en general, más altos que en España. Digo en general porque hay varias universidades en España que están entre las mejores de Europa en economía (Pompeu Fabra, Autónoma de Barcelona, Carlos III, Alicante) y son capaces de atraer a estrellas internacionales con salarios competitivos.
La Universidad de Sydney tiene un elevado porcentaje de estudiantes extranjeros. ¿Ocurre también en el resto de las principales universidades australianas?
Pasa sobre todo en las mejores universidades, las del `Grupo de los Ocho´. El problema es que, aunque todas las universidades decentes en Australia son públicas, recibimos muy poco dinero del gobierno y por eso tenemos tantos estudiantes extranjeros, que pagan un montón por venir aquí (aunque menos que si fuesen a Estados Unidos).
Pablo Guillén en el parque natural Australian Bush en Sydney
Además de la docencia, siempre te has enfocado hacia la investigación. ¿Cuáles son tus principales áreas o especializaciones en esa labor investigadora? ¿En qué estás centrado ahora mismo?
Mi área es la economía experimental. Lo que hago es diseñar tests para contrastar hipótesis de la teoría económica. Últimamente estoy centrado en experimentos relacionados con el diseño de mercados con aplicaciones a sistemas de acceso a la universidad, trasplante de órganos, vivienda social, etcétera.
A pesar de la distancia geográfica, ¿compartes conocimiento e investigación con universidades gallegas y/o de otras zonas de España?
Sí, mantengo el contacto con mis profesores en España y con mis colegas de doctorado. Algunos trabajan en España y otros alrededor del mundo.
Después de casi dos décadas en Australia, ¿te gustaría interactuar y colaborar más con economistas que continúan en Galicia y en otras comunidades autónomas?
Claro que sí, ¡pero todo depende del proyecto!
¿En cierto modo te has sentido o te sientes olvidado por la comunidad universitaria española? ¿Galicia sigue desperdiciando el talento que atesora en el exterior?
Las universidades gallegas, por lo que yo conozco, hacen una excelente labor educando a los estudiantes locales. Con lo que aprendí en Vigo, fui capaz de enfrentarme al doctorado y eso es lo que necesitamos. Por otra parte, el trabajo de investigación en economía que se hace en Galicia es en muchos casos muy, muy bueno, sobre todo si se tiene en cuenta que la universidad en España está en general mal pagada y hay que dar muchas clases.
¿Te atrae incorporarte en el futuro a alguna universidad o institución investigadora de España?
Por ahora no me lo puedo plantear. Mis hijos tienen que acabar el instituto. Luego, quien sabe.
Has sido investigador post-doctoral en la Escuela de Negocios de Harvard. ¿Abre muchas puertas? ¿También en España?
¡Por supuesto! Harvard es una de las universidades más prestigiosas del mundo. Yo tuve muchísima suerte de conseguir ese trabajo, y seguro que me ayudó mucho a conseguir el trabajo aquí en Sydney. Allí tuve la oportunidad de trabajar bajo la supervisión de Alvin Roth, premio Nobel de Economía en 2012, y de conocer a otros investigadores de mi generación con los que todavía continúo haciendo cosas.
¿En tu formación y carrera profesional también fue muy determinante el doctorado que cursaste en la Universidad Autónoma de Barcelona?
Pues sí. Una de las primeras cosas que los economistas académicos miran es dónde has estudiado tu doctorado y quien dirigió tu tesis. La UAB tiene uno de los mejores departamentos de economía en Europa y cuidan mucho el programa de doctorado.
¿Australia es una buena opción para los jóvenes titulados gallegos, y en particular para las nuevas generaciones de economistas egresados de Uvigo, USC y UDC?
Desde luego, pero primero necesitan irse a estudiar un doctorado a un sitio bueno. Las universidades gallegas forman muy bien a sus estudiantes en la carrera, y como tienen algunos buenos investigadores, pueden recomendar a sus mejores estudiantes para entrar en algunos de los mejores programas de doctorado. Por cierto, en esos programas no hay que pagar, sino que recibes un sueldecillo que da para vivir a cambio de dar clases o ayudar en el departamento con otras cosas. Ser un economista académico es una cosa muy “nerdy”, pero garantiza trabajo para toda la vida.
Para nuestros lectores más viajeros y con interés en conocer Australia, ¿qué destinos recomendarías en primer lugar?
Sydney es una ciudad estupenda, combina un fantástico entorno natural con todo lo que puedes esperar de una gran ciudad. Es muy fácil coger un tren o un autobús para dar un paseo por un parque natural con vistas a océano, ¡y por la noche volver a cenar chistorra con un buen Rioja o Albariño! Melbourne también está muy bien. Los barrios del centro son más parecidos a una ciudad europea y presumen de tener más eventos culturales. Las grandes ciudades australianas son muy multiculturales. Hay una gran influencia asiática, de China, India, Malasia, Indonesia... combinada con lo británico y la aportación de los inmigrantes de la Europa continental. No hay muchos gallegos aquí, pero tenemos un barrio portugués. Otros sitios turísticos como Noosa, la Gran Barrera de Coral o el desierto también son muy interesantes.
¿Sigues regresando a Galicia con cierta frecuencia?
Sí, pero debería volver más a menudo.
¿De qué municipio o zona de Galicia eres originario?
Mi madre es de Petín de Valdeorras, en la provincia de Ourense. Yo nací en Barcelona, pero nos vinimos a Galicia cuando yo tenía cerca de seis años. Max Aub escribió que eres de donde has ido al instituto. Así que yo soy de Vigo.
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