¿Está en auge el número de socios o con el paso del tiempo se va diluyendo el vínculo con Galicia y, por lo tanto, también la pertenencia a la Asociación?
Hemos pasado por un momento menos dinámico, pero también es cierto que el sentimiento de galleguidad permanece y que ahora son las siguientes generaciones las que han decidido formar parte de AEGACA. Por otra parte estamos viviendo un repunte de altas gracias al éxito y a la expansión de las empresas gallegas y sus profesionales, que hacen que cada día estén más presentes en Cataluña en mayor número.
¿El colectivo que usted preside tiene entre sus cometidos el fomento de las inversiones de empresarios catalanes en Galicia? ¿Y de empresarios gallegos en Cataluña? ¿En qué operaciones destacadas ha participado o intermediado en los últimos tiempos?
Nos ocupamos de conocer las necesidades de nuestros asociados y de ponerlos en contacto para que, así, hagan realidad sus proyectos. Desde ese momento, la Asociación se retira y ya es cuestión de las compañías implicadas el llegar a buen puerto. Por política propia de discreción absoluta no le podría precisar en qué tipo de operaciones hemos participado, pero sí es verdad que la multisectorialidad de nuestra Asociación nos ha llevado a estar presentes en acciones orientadas al aprovechamiento de sinergias, internacionalización, expansión en Galicia y Cataluña, etcétera.
Con la crisis económica, ¿han tenido que asesorar y prestar apoyo a muchos más gallegos que han tenido que salir en busca de una oportunidad laboral? ¿A cuántos aproximadamente en 2014 y en 2015?
El ámbito de actuación de AEGACA no es el entorno laboral sino el mundo de la empresa. Desde este punto, nuestra Asociación se centra en el desarrollo de las compañías que integran nuestro colectivo, estando siempre abierta a las firmas que, teniendo su núcleo en Galicia, se quieran proyectar en Cataluña e incluso en cualquier lugar del mundo. Por eso mantenemos un estrecho contacto con otras asociaciones afines repartidas en los cinco continentes.
El empresariado gallego en Cataluña aporta nombres tan conocidos como los de los empresarios hoteleros Amancio López Seijas y José Antonio Castro o los de los empresarios químico-farmacéuticos José Luis Díaz-Varela y Antonio Parente. ¿Cree que, en general, los empresarios de origen gallego establecidos en esa comunidad gozan de un alto reconocimiento social e institucional? ¿Y en Galicia se les conoce lo suficiente?
El colectivo empresarial gallego se siente muy integrado en Cataluña y mantiene una excelente relación con las instituciones y con el resto del empresariado catalán, pero también tiene claro que los empresarios están aquí para crear riqueza y puestos de trabajo, y muchos de ellos desarrollan su tarea en la más absoluta de las discreciones. Es obvio que hay un buen número de asociados que responden al perfil que usted ha mencionado y que, por supuesto, son muy conocidos dentro y fuera de nuestras fronteras.
¿Qué posición mantiene el empresariado gallego de Cataluña ante el proceso soberanista?
Como es de suponer, dentro de los empresarios gallegos la postura no es monolítica porque las características y las necesidades de cada empresa son diferentes según su tamaño. No podría pronunciarme en uno u otro sentido porque, dada la pluralidad de un colectivo tan amplio como el nuestro, hay preferencias de todo tipo.
¿Pero temen que tanta paralización y cisma creados por la ola de independentismo influyan en sus empresas y en sus planes de inversión?
Esa es una realidad en la que no queremos pensar, entre otras cosas porque nosotros necesitamos de nuestros clientes del resto del Estado y, al mismo tiempo, España nos necesita como una Cataluña emprendedora, fuerte y orgullosa, tal y como ha sucedido en el pasado. Todo ello sin perder de vista la proyección que pueda tener más allá de nuestras fronteras, dado el volumen de compañías de ámbito internacional que forman AEGACA.
¿Actualmente es más difícil ser empresario en esa comunidad? ¿Cree que el clima actual está frenando las inversiones y el crecimiento?
La incerteza actual no es beneficiosa para nadie, eso no se lo voy a negar, pero por ahora el empresario se mantiene expectante.
En general, ¿le está afectando al colectivo gallego la actual inseguridad política, jurídica y económica de Cataluña? ¿Conoce casos de empresarios o profesionales que se estén planteando regresar a Galicia?
A los empresarios, gallegos o de cualquier otro origen, lo que en realidad les afecta es la situación económica, la política de inversiones y el apoyo a los emprendedores. Estamos aquí para trabajar, para crear riqueza y eso, por ahora, solo lo ha frenado la crisis. Confiemos en que la situación se reconduzca por el bien de todos y que pronto el país se vea en los estándares de desarrollo propios de un país europeo en crecimiento. Es necesario tener claro que el hecho de que un empresario de AEGACA invierta en Galicia no quiere decir que deje sus negocios en Cataluña, y viceversa.
Debido a la confrontación política y a las divisiones de la sociedad catalana, ¿está viviendo como presidente de AEGACA la etapa más complicada desde su llegada al cargo? ¿Confía en una salida positiva para el conjunto de España?
Por lo de ahora, el clima de tensión no nos afecta pero es verdad que si dependiera de los empresarios el entendimiento no creo que fuera difícil. Cuando depende del mundo de la política todo es imprevisible. Quiero confiar en el seny (cordura) catalán, en el buen hacer de los partidos políticos y en que no se extremen las cosas hasta puntos irreversibles.