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MARCELINO CABANAS ANSORENA Embajador de España en Nigeria

“Repatriar a españoles por el Covid-19 supuso organizar operaciones complejas en Nigeria; fue especialmente reconfortante ayudar a médicos y cooperantes que se encontraban trabajando en la región cercana al Lago Chad”

Para los seguidores y lectores de Galiciaexterior.com, el embajador de España en Nigeria, el diplomático de origen ourensano Marcelino Cabanas Ansorena, describe la situación actual en el país por la pandemia del Covid-19, anticipa posibles consecuencias -entre ellas una mayor brecha económica y más castigo por la pobreza- en el continente africano y narra cómo ha vivido en primera persona desde la Embajada de España la complicada repatriación de nacionales aislados en Nigeria: “Tuvimos que hacer frente a situaciones nuevas de emergencia consular y todos nos volcamos para hacer posible la asistencia y el regreso de los españoles que se habían quedado bloqueados, en circunstancias a veces difíciles y en lugares muy aislados... Repatriar a algunos españoles supuso organizar operaciones complejas; fue especialmente reconfortante poder ayudar a médicos y cooperantes que se encontraban trabajando desinteresadamente en el noroeste de Nigeria, en la región cercana al Lago Chad, que por la presencia de los terroristas de Boko Haram tiene una muy frágil situación humanitaria y de seguridad”, relata el embajador en Galiciaexterior.com.

Texto: Santiago Cabanas Ansorena ©

Nigeria es el país más poblado de África, con más de 200 millones de habitantes; es la primera economía del continente y el mayor productor de petróleo, con una economía muy dependiente de las exportaciones de crudo.

Más de la mitad de su población está constituida por jóvenes menores de 30 años. Hay que tener en cuenta estos datos para ver cómo afecta la pandemia al denominado “gigante africano” y cuáles serán las futuras consecuencias humanitarias y socio-económicas. Los países de la región miran con especial interés las medidas que está tomando Nigeria para hacer frente a la epidemia. En su Cumbre extraordinaria del 23 de abril, llevada a cabo por videoconferencia, algo a lo que nos estamos acostumbrando ya todos, los países de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) encargaron al presidente de Nigeria la coordinación de las actividades para luchar contra el Covid-19 en la zona.

Imágen: Wikipedia

También los países europeos, por nuestra cercanía y por nuestras relaciones con África, seguimos con mucha atención la evolución de la pandemia en este continente; afecta a todos los países por igual y debemos mostrar en estos momentos solidaridad con nuestros vecinos africanos. En Nigeria los primeros casos fueron identificados a finales del mes de febrero, un poco más tarde que en Europa. Los primeros casos se dieron en la capital Abuja y en Lagos, la ciudad más poblada del país, con más de 20 millones de habitantes. Posteriormente los casos se fueron extendiendo a todos los estados que componen la República Federal de Nigeria.

La Organización Mundial de la Salud y las Naciones Unidas han advertido de la vulnerabilidad del país y de la posibilidad de que la tasa de pobreza extrema crezca de forma devastadora.

Siguiendo la experiencia sufrida en otros países y en otros continentes, Nigeria adoptó a lo largo del mes de abril medidas similares: cierre de fronteras, restricción de movimientos, aislamiento de las principales ciudades y finalmente el confinamiento de las poblaciones en Lagos y Abuja.

Lagos, la ciudad más poblada de Nigeria

Durante el mes de mayo están previstas algunas medidas de relajación y de vuelta gradual a ciertas actividades económicas prioritarias. El Gobierno ha establecido al mismo tiempo normas más rigurosas de distanciamiento social y el uso de mascarillas en público.

Aunque con características nacionales propias, no hay por tanto una vía nigeriana o africana para luchar contra la pandemia. Todos estamos en la misma lucha.

En cuanto al trabajo de la Embajada, resaltaría ante todo que la declaración de la pandemia y las medidas de restricción de movimientos y cierre de fronteras supusieron un mayor nivel de exigencia a las personas que trabajan en la representación española.

Tuvimos que hacer frente a situaciones nuevas de emergencia consular y todos nos volcamos para hacer posible la asistencia y el regreso de los españoles que se habían quedado bloqueados, en circunstancias a veces difíciles y en lugares muy aislados. Hay que tener en cuenta que la extensión de Nigeria es casi el doble que la española.

Repatriar a algunos españoles supuso organizar operaciones complejas; fue especialmente reconfortante poder ayudar a médicos y cooperantes que se encontraban trabajando desinteresadamente en el noroeste de Nigeria, en la región cercana al Lago Chad, que por la presencia de los terroristas de Boko Haram tiene una muy frágil situación humanitaria y de seguridad.

Texto: Santiago Cabanas Ansorena , Embajador de España en Nigeria ©

 

 

Datos a día 4 de mayo (Fuente: x-y.es)

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