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COTE IGLESIAS RODRÍGUEZ - JAPÓN

COTE IGLESIAS RODRÍGUEZ	-  JAPÓN

Director de Proyecto Local en Barça Academy Yokohama

“Lo más bonito llegó cuando recibí la notificación de que estaba dentro de la bolsa de técnicos que optan a diferentes actividades dentro de la Barça Academy; a partir de ahí, todo fue muy rápido”

Talento, formación, conocimientos, pedagogía, liderazgo, conexión con los valores de la cultura japonesa y china... Las aptitudes y la personalidad del ourensano Cote Iglesias, entrenador de fútbol con licencia UEFA A y técnico deportivo, no han pasado desapercibidas para los responsables de la academia oficial del FC Barcelona, Barça Academy, el modelo de escuela de fútbol que han exportado desde La Masía a los cinco continentes (más de 30 centros formativos, 45.000 alumnos y 180 campus) bajo la `metodología Barça´.

Nada más incorporarse a la gigantesca estructura de base del FC Barcelona, Cote Iglesias fue el elegido para entrenar -desde junio de 2017 hasta enero de 2018- y a continuación para coordinar en Chengdú la mayor academia del club en China.  Allí le sorprendió la pandemia, pero su trabajo dejó huella. Y resultó tan profunda y visible, que su siguiente nombramiento fue para dirigir la academia más mediática y en el país que polariza la actividad formativa del FC Barcelona en Asia. Desde junio de 2020, el técnico ourensano ejerce el cargo de Director de Proyecto Local en Barça Academy Yokohama (en Chengdu tuvo ese mismo rol de dirección entre febrero de 2018 y mayo de 2020).

Su trayectoria no sorprende por la proyección que ya había demostrado desde 2015 en el fútbol base de China, en proyectos educativos y deportivos de Nike (con su programa Nike Active Schools Project en escuelas de primaria del país) y de Ray Sports.

Y soprende todavía menos al comprobar que los cinco valores que conforman la filosofía y metodología de la Barça Academy -respeto, humildad, esfuerzo, ambición y trabajo en equipo- son justamente los mismos que acompañan a Cote Iglesias en cada etapa de su vida: cuando jugaba en los barrios ourensanos de Vistahermosa y O Couto, cuando defendía la camiseta de históricos del fútbol de la provincia de Ourense (Arenteiro, Barco, Verín, Sporting Celanova, UD Ourense), en sus inicios de entrenador de cantera en el Bosco, en la base del desaparecido CD Ourense, como técnico asistente del Celta de Vigo de división de honor cadete o del alevín celeste, en el fútbol femenino de iniciación en China...

Y a esas aptitudes y rasgos de su personalidad, nuestro protagonista en GaliciaExterior añade además la solidaridad que le ha implicado en proyectos de voluntariado desde muy joven y la adaptación y fuerte conexión con la cultura del Lejano Oriente: “Yokohama es la ciudad que más me gusta de todas en las que he vivido hasta ahora. Lo tiene todo, y me encantaría vivir aquí por muchos años más”, afirma. En esta entrevista, Cote Iglesias rememora aquella mañana de enero de 2017 en la que superó las pruebas de selección que hace cada temporada Barça Escola en su sede. Había hecho un viaje de 25 horas desde Shanghai: “Nunca lo olvidaré; recuerdo que vinieron mi madre y mi hermana a apoyarme durante ese día, y pasó todo muy rápido. Cuando salí de estas pruebas, me volví el mismo día a Shanghai, sin saber el resultado. Éramos bastantes candidatos, alrededor de 70, y recuerdo esos días prácticamente como un sueño hecho realidad”.

Texto: Javier de Francisco ©

Has crecido y vivido en la ciudad de Ourense, pero ¿estás también vinculado familiarmente a otras zonas de Galicia?

Mis vínculos familiares son 100% de Ourense. Es un tremendo orgullo haber crecido en esta ciudad, concretamente en los barrios de O Couto y Vistahermosa; en este último, donde he pasado la mayor parte de mi infancia y adolescencia.

¿Qué representó en tu carrera como entrenador de fútbol base, especializado en el continente asiático, tu fichaje por el FC Barcelona para dirigir dos de sus escuelas más representativas en China y Japón: Chengdu y Yokohama?

De momento lo representa prácticamente todo. Pasé la `Selección de técnicos´ que se realizan habitualmente cada temporada en la Barça Escola en Barcelona. Recuerdo que cuando fui invitado a las mismas, me encontraba en Shanghai (China), y sin pensármelo dos veces, decidí volar a Barcelona (casi 25 horas entre vuelos, escalas…) para realizar las pruebas una mañana de enero de 2017. Nunca lo olvidaré; recuerdo que vinieron mi madre y mi hermana a apoyarme durante ese día, y pasó todo muy rápido. Cuando salí de estas pruebas, me volví el mismo día a Shanghai, sin saber el resultado. Éramos bastantes candidatos, alrededor de 70, y recuerdo esos días prácticamente como un sueño hecho realidad. Lo más bonito llegó cuando recibí la notificación de que estaba dentro de esa bolsa de técnicos que optan a diferentes actividades dentro de la Barça Academy. A partir de ahí, todo fue bastante rápido, ya que el club tenía expectativas de abrir varias academias en China, y coincidió muy bien para que yo pudiera comenzar en una de ellas como entrenador. Los primeros ocho meses trabajé en Chengdu como coordinador y entrenador de varios equipos, y a partir del octavo mes,  Normal 0 21 false false false ES X-NONE X-NONE /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-priority:99; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman","serif";} tuve la suerte de sustituir a uno de los dos directores técnicos que teníamos en aquel momento (Xavi Mondelo, una referencia y un gran amigo actualmente, quien compartía dirección con Manel Guerrero, igualmente un buen amigo). Desde marzo de 2018 hasta la pandemia (enero 2020), pude desarrollar mi función como director técnico de la academia, junto a otro compañero y amigo, Albert Corominas. Teníamos un excelente grupo de técnicos españoles (hasta siete llegamos a tener) y más de 20 técnicos locales. Era un proyecto muy grande y ambicioso, pero con la llegada del coronavirus a China, se torció todo bastante rápido. Justo antes de la llegada de la pandemia, ya tenía la opción de liderar la apertura de un nuevo proyecto en Yokohama (Japón), donde comenzamos en junio de 2020, pero no pude incorporarme hasta que abrieron las fronteras en octubre de ese mismo año. Fueron meses duros, comenzando un proyecto a la distancia, sin poder tener el impacto esperado ni la presencia, que es fundamental en el día a día de la Academia. Por suerte, este proyecto ha sido un éxito desde el inicio hasta el día de hoy, donde continúo, después de tres años, liderando la Barça Academy Yokohama, en una ciudad y país que ya siento como mi casa.

Cote en China

¿Te costó mucho adaptarte al fútbol de formación de Japón después de 5 años en China, dos de ellos en proyectos de Nike? ¿Son dos países muy diferentes a nivel futbolístico y también cultural?

No me ha costado adaptarme al fútbol japonés ni a su cultura. Pese a que China y Japón son dos realidades muy diferentes, nuestro proyecto fue bastante bien asentado y aceptado en ambas. En China, el fútbol no se practicaba tanto, y no era una parte tan importante de la cultura deportiva del país, donde predominan deportes individuales, sobre todo. En Japón, aunque el deporte rey sigue siendo el béisbol, creo que el fútbol sí es una parte muy importante de la cultura deportiva, y lo practican muchos niños y niñas en unas condiciones maravillosas. Más que costarme, creo que fue un lujo conocer el fútbol local japonés desde que he llegado, y ver a niños en la calle jugando a fútbol me hace mucha ilusión y me recuerda mucho a mi infancia. Sobre las diferencias culturales, destacaría que el ciudadano japonés es especialmente respetuoso, y tiene la tendencia de ayudar a que la vida del que está a su lado sea lo más cómoda posible. Suelen evitar bastante el conflicto, y considero que todo el staff japonés con el que convivo en el día a día muestra una alta capacidad de compromiso y profesionalismo que me sorprende cada día. Quizá, lo que más me ha costado, es que en muchas ocasiones optan por no mostrar sus sentimientos y/o opiniones, con el objetivo de no molestar, cuando en muchas ocasiones considero fundamental que esa interacción sea lo más fluida y sincera posible. Es un reto ayudar a que puedan abrirse y sentirse cómodos desde la crítica (siempre constructiva), pero me gusta porque creo que es algo en lo que les puedo aportar y ayudar. En China, considero que ha sido más abierta la comunicación, pero ha habido más dificultades a la hora de llegar a acuerdos o tener una rutina de trabajo estable junto al staff local. Aun así, he tenido la suerte de compartir con excelentes personas que, a día de hoy, muchas de ellas las considero mis amigos y amigas.

¿Cómo es un día cotidiano en tu vida, en la segunda mayor ciudad de Japón, con casi 4 millones de habitantes?

Yokohama es la ciudad que más me gusta de todas en las que he vivido hasta ahora. Lo tiene todo, y me encantaría vivir aquí por muchos años más. Por las mañanas, suelo depertarme sobre las 07:30 de la mañana, y me gusta comenzar el día haciendo deporte, en el parque de Shin Yokohama si hace buen tiempo, y si no en el gimnasio, alrededor de una hora. Después, por la mañana suelo hacer más trabajo de oficina, donde habitualmente preparo, junto al staff local, las diferentes actividades de la academia. Por la tarde, si hay sesiones de entrenamiento o partidos, estoy en el campo ayudando y liderando esta dinámica. Por las noches aprovecho para hacer alguna llamada con la familia y amigos, y suelo irme a descansar antes de las 12.

Cote con un compañero de staff en Japón

¿Consigues sacar tiempo para el ocio? ¿Te desplazas frecuentemente a Tokio y a otras zonas del país?

Habitualmente suelo tener dos días de descanso a la semana, ya que entre semana hay menos actividad, y en esos días suelo aprovechar para conocer algunas zonas nuevas de la cuidad u otras ciudades del país que conozca menos. El sistema de metro o tren bala en Japón está muy bien conectado, y en dos horas prácticamente puedes cruzarte el país. Suelo pasar muchas horas de mi tiempo libre en Tokio, a donde tengo acceso al centro en 25 minutos en metro. Es una ciudad que nunca se acaba… (risas). Por más que la visito cada semana, siempre hay algo nuevo que ver.

¿Tu labor como director técnico de Barça Academy Yokohama también incluye la captación de talento en el fútbol japonés y asiático?

Mi labor como director técnico engloba todas las áreas de la academia, pero especialmente la deportiva, donde ayudo a técnicos, jugadores y familias, a comprender y llevar a cabo nuestra metodología y valores. Tengo la suerte que desde el club nos ofrecen infinidad de recursos para llevar a cabo mi trabajo con todas las garantías posibles y para sentirme con toda la confianza de hacerlo. También tengo la suerte que tanto el staff local como los jugadores y las familias, han `abrazado´ desde el principio y respetado mucho el qué y el cómo de lo que hacemos. En lo que se refiere a la captación de talento, simplemente mencionar que disponemos de un área de talento, donde tenemos la oportunidad de recoger información de todos los jugadores.

Durante tu etapa en Asia, ¿has formado o coincidido con futbolistas que ya destacan a nivel internacional?

No he tenido la suerte de coincidir o entrenar a ningún jugador que actualmente destaque en el fútbol internacional. Pero hay muchos que han pasado en algún momento por nuestras academias o campus en Japón, y que ahora cuentan con una carrera profesional muy prometedora, como Takefusa Kubo, Takehiro Tomiyasu o Ritsu Doan, entre otros.

La apuesta y el compromiso de Andrés Iniesta por el fútbol nipón, ¿os ha ayudado a los técnicos de cantera para vuestro reconocimiento y popularidad? ¿Echan mucho de menos al astro español en la J1 League?

Es un hecho que ha ayudado a reforzar un perfil de futbolista como el de Andrés, que representa muy bien nuestro fútbol, dentro y fuera del campo. Pero la verdad es que siempre he sentido que la gente que sigue el fútbol en Japón admira mucho el juego del Barça desde hace muchos años. Iniesta llegó a Japón ya como un ídolo, y se fue aún más querido si cabe. Es una referencia para cualquier deportista, y especialmente para los más jóvenes.

Por tu edad podías seguir en activo como futbolista. Jugaste en históricos del fútbol ourensano, como Arenteiro, Barco, Verín, Sporting Celanova... ¿Echas de menos esa etapa? ¿Dejaste el fútbol por dedicarte en plenitud a la labor de entrenador?

Ha sido una etapa excelente, en la que he conocido y compartido fútbol con excelentes personas en todos los equipos. La etapa más especial la recuerdo en Melias y Verín, y gran parte de mi motivación por el fútbol en aquella época se la debo a Jorge Pato ‘Furry’ y a la SD Melias, y a Iván González, que me dio la confianza para estar en el CD Barco y en el Verín CF, donde compartimos muchos momentos que nos unieron un montón. También a Antonio Dacosta en el año que comenzaba en la UD Ourense y al final acabé saliendo a China a mi primera etapa en el extranjero. También recuerdo muy buenos momentos en el SP Celanova, CD Arenteiro... En todos los clubes en los que he estado me han tratado excelentemente bien. No tenía demasiado claro que quería dejar de jugar para dedicarme a entrenar; de hecho, lo combiné durante 2 ó 3 años. Pero una vez tuve la oportunidad de intentarlo en el extranjero, decidí que quería buscar un futuro donde pudiera hacer de mi pasión mi trabajo, y hasta hoy. En China, en 2018 me rompí el ligamento cruzado anterior y meniscos en un giro desafortunado, jugando con los entrenadores de la academia. Fue una época dura de la que aprendí mucho, y de la que recuerdo una recuperación muy dura, que gracias a Dios fue excelente. Hoy en día juego poco, más con los niños que con adultos. Tengo una responsabilidad importante en el día a día de la academia y debo estar al 100% en todos los sentidos.

¿En el futuro te gustaría dirigir la primera plantilla senior de algún club o tu vocación está sólo en la base de este deporte?

Mi vocación es el fútbol base y la formación integral de jóvenes en el fútbol. Creo que es donde me siento más competente y feliz al mismo tiempo. Pero realmente no veo un motivo para cerrarme las puertas al fútbol senior, ya que no deja de ser fútbol, y es otro reto con el que seguro disfrutaría y aprendería mucho. Disfruto mucho de mi trabajo y con mi día a día, y de momento no pienso mucho más allá. El balón nos lo dirá.

¿Regresas varias veces al año a Ourense, a pesar de la dedicación a la Academia del FC Barcelona, campus de verano en Japón, compromisos deportivos, distancia...? ¿Es cada vez más complicado volver a casa?

Suelo regresar a visitar a la familia y amigos entre dos y tres veces cada temporada, si todo se da bien. Ahora están comenzando a visitarme ellos a mí también, desde la apertura de fronteras postpandemia. En algunas ocasiones viajo a Barcelona y no me da tiempo de pasar algún día en Galicia, pero normalmente hago todo lo que puedo para que así sea. Sobre los campus, desde que se abrieron las fronteras, los realizan técnicos que viajan desde Barcelona a Japón para esas fechas, que suelen coincidir con mis vacaciones de verano o de Navidad, lo cual me permite de esta forma volver unos días a casa.

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