Impulsor de un grupo empresarial de gestión familiar, con sede en Mendoza, formado por una empresa vitivinícola y de enoturismo, por una constructora y por un hotel de 70 habitaciones
Bodega Otero Ramos, inspirada en Napa Valley (California) y en el sur de Europa
Manuel Otero Ramos emigró de niño a Argentina, con su familia, desde Aríns (Santiago de Compostela) en 1950. A la edad de 16 años comenzó a trabajar en Buenos Aires en Pepsi Company, en la que pasó de comercial auxiliar a jefe de ventas. En un viaje profesional a Mendoza, quedó impresionado por el potencial de la viticultura. Y así surgió Tierras del Ande, una bodega muy reconocida en Argentina y premiada por sus vinos elaborados con cabernet sauvignon y con malbec, el varietal exclusivo de Mendoza. El grupo empresarial de gestión familiar incluye una empresa constructora y un hotel tres estrellas con 70 habitaciones. Entre las tres líneas de negocio facturan 8,5 millones de euros y generan 70 empleos directos.
Texto: Javier de Francisco ©
En el año 1950, Manuel Otero Ramos emigró con sus padres a Buenos Aires desde la parroquia compostelana de Aríns. Tenía cuatro años. Con él viajaron sus tres hermanos nacidos en Galicia. Cuatro más vinieron al mundo en América. A la edad de ocho años perdió a su padre: “Salimos adelante gracias al tesón de mi madre, una gallega de coraje”, recuerda.
Después de tantos cambios y acontecimientos inesperados en su vida, la incorporación de Manuel Otero al mundo laboral fue precoz. Con 16 años, al terminar los estudios de Secundaria, ya trabajaba de lunes a viernes como auxiliar de ventas para Pepsi Company y los fines de semana como empleado en la construcción.