Entrada a las oficinas centrales de LEGO en Billund
Ingeniero de Minas y diseñador de modelos de LEGO
“En Dinamarca la valoración de los profesionales es altísima y todas las profesiones están pagadas en su justa medida”
Hace casi dos años, el ingeniero ourensano Pablo González emprendió un viaje laboral de lo más radical. Cambió las grandes infraestructuras por el corazón de una de las marcas de juguetes más universal, la danesa LEGO. Entre los años 2008 y 2012, dedicó largas y esforzadas jornadas de trabajo como supervisor de obra civil de Iberdrola Ingeniería en la central hidráulica San Esteban II, que gracias a ese proyecto pasó a convertirse en la mayor planta hidroeléctrica de Galicia, con 441 megavatios de potencia instalada y una producción anual de 1.000 gigavatios hora (el equivalente al consumo medio anual de 285.000 hogares). En las obras de la segunda fase de la central subterránea trabajaron 60 empresas gallegas durante cuatro años. El volumen de inversión superó los 127 millones de euros.
Tras esa experiencia cerca de casa, en el río Sil y en plena Ribeira Sacra, Pablo González asumió con Iberdrola Ingeniería -entre los años 2012 y 2014- el despliegue de los parques eólicos Chirnogeni WF, en Rumanía, y Kinangop WF, en Kenia, entre otros proyectos internacionales. Recién llegado del continente africano y con el tiempo justo para disfrutar de la Navidad en su ciudad, Ourense, en enero de 2015 se subió al tren de la imaginación de LEGO, en donde trabaja como diseñador de modelos, creando escenarios, vehículos y personajes del mundo real e imaginario con los famosos bloques encajables de colorines. De su etapa actual en Escandinavia, resalta que “trabajando como diseñador de producto me siento más realizado y percibo que es mi trabajo ideal. Yo no busco comodidad; mi trabajo me permite poder desarrollar mi parte más creativa, que es algo que siempre he querido hacer y es lo que realmente me apasiona, crear”.
Aunque no descarta regresar a Galicia como emprendedor, elogia el estilo de vida danés y las condiciones laborales del país, que “no tienen nada que ver con España; aquí son muy buenas y el balance trabajo-vida privada es uno de los mejores del mundo”, resalta. Pablo González se formó en la Escuela de Ingeniería de Minas y Energía de la Universidad de Vigo.