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En el mundo del `use y tire´

 

 

 

 

 

 

 

Por Montserrat Ramos Mon

Catedrática de Publicidad residente en Uruguay

Cada vez que comienzo a escribir una nota para GALICIA, no puedo evitar realizar una mirada introspectiva. Vuelvo al pasado y me encuentro en Montevideo en 1957, con 6 años, iniciando la educación primaria. Retomamos la convivencia con mi padre después de tres años de ausencia y la fragilidad emocional se potencia ya que tenía que trabajar horas extra para poder mantenernos y el contacto era muy escaso. Sumado a esto, él era muy introvertido y le costaba manifestar sus sentimientos; seguramente su compleja vida lo marcó muy fuerte. Tuvo que salir a pescar en altamar a los 9 años sin saber nadar. Seguramente esa fue la realidad de mucha gente que tuvo que transitar esa época, pero eso no lo hacía más fácil.

Pienso que en el `mundo light´, y del `use y tire´ y del `lo quiero ya´ en que vivimos, es importante conectar con el pasado para poder reflexionar.

Mis hermanos y yo, con 6, 8 y 11 años, debimos enfrentarnos a llevar adelante una casa y responsabilizarnos de nuestras vidas. Fátima cocinaba y lavaba la ropa, Rafael hacía las compras y barría, y yo tendía las camas y lavaba los platos. Íbamos y volvíamos solos a la escuela y, en no pocas ocasiones, éramos objeto de bullying. A mí me decían gallega pata sucia y, en alguna ocasión, me agredieron físicamente… Afortunadamente mi maestra, Olga, y la directora, Manuelita, veían mi desamparo y me protegían. 

Yo recuerdo haber tenido un solo juguete de verdad: una muñeca de trapo que me acompañó mientras cruzábamos el océano.

Estuvimos en esa situación durante tres años más, hasta que vino mi madre. En el último año, nos separaron en casas de familiares para que mi padre pudiera viajar y yo quedé totalmente aislada de padres y hermanos. Fue un año extremadamente duro y el peor de mi rendimiento escolar.

Las circunstancias vividas podían haber desembocado en una persona débil, insegura y temerosa. La realidad es que me considero una sobreviviente que logró dominar sus debilidades y convertirlas en fortalezas, y hoy soy una mujer feliz, con la mejor familia que puedo tener y con una carrera exitosa.

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